Colonialismo

EL COLONIALISMO 

CONTEXTUALIZACIÓN 

La llegada de la Revolución Industrial trajo nuevas tecnologías, lo que derivó en una producción en masa de una gran cantidad de productos, cambió la economía de los países más avanzados, y con esto la necesidad de nuevos mercados y por supuesto de nuevas materias primas.

La historia de Europa ha sido considerablemente influida por el contacto con otros continentes en dos épocas distintas. Caracteriza el primer período la conquista: el segundo ha implicado una intensa influencia política sobre territorios de escaso desarrollo económico para crear en ellos mercados consumidores. Éstos se agrupan y consolidan en vastos imperios coloniales. 

Las grandes potencias industriales necesitaban asegurar la posesión de territorios para obtener dichas materias primas, esto en calidad de colonias. 

LA EXPANSIÓN COLONIAL 

Muchos de los problemas de la política internacional actual tienen su origen en el complicado proceso histórico que caracterizó al siglo XIX. Entre los factores más importantes cabe señalar la expansión colonial de algunos países, y la presencia de grandes imperios. Así, la aportación más duradera del siglo XIX a la política mundial fue la realidad del imperio. 

Los imperios coloniales de la primera mitad del siglo XX fue el resultado de la gran expansión que comenzó a imponerse en el siglo anterior. La carrera colonial estuvo integrada por los siguientes países: Gran Bretaña, Francia, Rusia, Bélgica, Alemania Italia, España, Portugal y Países Bajos, los Estados Unidos y Japón. 

La expansión colonial estuvo marcada por grandes acontecimientos diplomáticos y militares: el congreso de Berlín sobre los Balcanes en 1878, la conferencia de Berlín sobre el Congo en 1884, los acuerdos sobre el reparto de África en 1890, el ultimátum británico para los portugueses, la guerra de los bóers en 1899, y ya en el siglo XX la guerra ruso-japonesa, entre otros. 

COLONIALISMO 

El colonialismo se remonta a la época de los pueblos antiguos en el Mediterráneo. Así están los enclaves comerciales fenicios y griegos. Ya en el siglo XVI, los españoles pusieron en marcha tres tipos de colonia: de poblamiento, de dominación y de explotación. Sería hasta el siglo XVIII cuando inicia el colonialismo donde se complementaba la función de la metrópoli con la función de la colonia. 

Pero fue en el siglo XIX cuando comenzó la fiebre del colonialismo y Europa extendió su acción en el mundo entero. Se pueden distinguir dos etapas, en la primera tuvo lugar la decadencia de las antiguas potencias coloniales, como es el caso de España, Portugal y Holanda y paralelamente viene un fortalecimiento de la acción expansiva colonial de Gran Bretaña y Francia: en la segunda fase aumentó el número de potencias participantes. 

Las causas, como mencionamos en líneas anteriores, fueron las económicas, es decir disponer de nuevos mercados y obtención de materias primas, factores políticos, ya que cada potencia necesitaba ser fuerte en el aspecto militar y político para mantener el control de las colonias. Por lo tanto, no se podía ser potencia en el siglo XIX sin ejercer el imperialismo y el colonialismo. De manera secundaria fue el crecimiento demográfico que experimentaba Europa en esos años, siendo que la población del viejo continentes se vio aumentada entre 1870 a 1914. Las clases menos beneficiadas empezaron a emigrar buscando una mejor condición de vida, siendo un punto de apoyo importante para la expansión colonial. 

CONCLUSIÓN 

Hoy en los tiempos modernos surge un nuevo concepto: neocolonialismo, que puede definirse como el control que ejercen las antiguas potencias coloniales sobre los territorios que antiguamente fueron sus posesiones. Es decir, los países de primer mundo tienen dominio, lingüísticamente, cultural, político y económico, sobre los países subdesarrollados. 

En resumen, el neocolonialismo se sintetiza de la siguiente manera: relaciones coloniales sin que existan colonias de manera formalizada, predominan el capitalismo del mercado, explotación indirecta y existencia de empresas multinacionales. 

Hacia la Primera Guerra Mundial 

A principios del siglo XX, Alemania contaba con una economía superior a la de Francia y Gran Bretaña pero como sabemos, en el siglo XIX estos dos países se habían repartido la mayor parte del mundo, por lo que los germanos demandaban una nueva realidad colonial. Se presentaron tensiones de carácter internacional, aumentado por el nacimiento de nuevas potencias como Estados Unidos y Japón, con planes propios de expansión. Hubo dos episodios que podemos decir marcaron el inicio de la Gran Guerra, el primero en 1904 y 1911 en Marruecos, zona bajo la protección francesa que Alemania trato de conseguir para sus objetivos coloniales y se le conocen como: conflictos marroquíes, sumando a esto el nacimiento del nacionalismo radical.